¿Vives en Madrid y estás cansado siempre de hacer lo mismo? Desde Ociosfera nos gustaría proponeros una escapadita. Cerrad los ojos. Imaginaros un castillo medieval, calles empedradas, una catedral, olores de otra época. Abrid los ojos... ¿Dónde estamos? En Sigüenza!
Esta bonita localidad de Guadalajara se sitúa a poco más de hora y media de Madrid. Esta distancia tan corta nos permite disfrutar de la ciudad para pasar sólo el día o relajarnos y parar allí todo el fin de semana y realizar una parte de la ruta del Quijote.
La localidad es pequeña, pero sin duda durante el día cuenta con gran cantidad de atractivos: una catedral, la casa del Doncel, el Paseo de la Alameda... pero sin duda una de sus mejores características es la gastronomía.
Entre toda la cantidad de restaurantes y bares que hay en la Calle Mayor nosotros nos inclinamos por comer en el Restaurante Mayor, recomendado tanto por la guía Michelín como por la guía Repsol. Probamos un menú de degustación por 27 euros muy muy bueno y recomendable. El único pero de este restaurante es la cantidad de gente que hay. Nosotros habíamos reservado mesa a las 15horas pero hasta más de las 16 no empezamos a comer porque el salón lo habían llenado antes con gente que no había hecho reservas... A favor decir, que el dueño se percató de su error y ante nuestro enfado decidieron darnos un trato bastante VIP e incluso nos invitaron a un chupito después.
La espera que tuvimos que hacer hasta la comida fue menos dura gracias a que antes habíamos estado en el emblemático Gurugú de La Plazuela. Cuentan de este lugar que es el bar más antiguo de España (desde 1.649). No dejéis de ir y tomar un Gurupincho con setas típicas de la zona. También probamos allí el Semáforo, el Ciropincho (Ciro porque es el nombre del perro de allí) o las típicas torrijas. Además, el ambiente muy agradable y divertido gracias al dueño que se encarga de amenizar la velada con sus Gurumuñecos.
Foto|Gurupincho
Foto| Gurumuñeco
También merece la pena ir de tapeo a La Alameda, lugar recomendado por el recién desaparecido Santi Santamaría. Más de 100 tapas para elegir, todas muy típicas de la zona.
Pero sin duda de todo este paraíso medieval lo más destacable es su imponente castillo del siglo XIV, convertido en Parador. Allí tuvimos el placer de alojarnos y desde luego es digno de cuento de princesas, con todo lujo de detalles.
Foto| Vista desde una habitación Parador
Un estancia divertida, agradable y muy relajante. ¿Habéis estado vosotros por allí? ¿Qué tal fue la experiencia? Si queréis más info en Turismo Castilla la Mancha la encontraréis.
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